Hideshi Hino es considerado un maestro del terror gore tanto del manga como del cine. En este último medio alcanzó la fama mediante la serie de películas Guinea pig (basada en su trabajo gráfico) siendo las dos más famosas Mermaid in a manhole y Flower of flesh & blood. Hace años emprendí una búsqueda de películas de terror que realmente me causaran terror y me topé con esta serie; aunque no me sentí particularmente asustada, si me sentí muy asqueada. Si bien El niño gusano está en un tono muy leve de asquerosidad, se recomienda para estómagos fuertes.
Volviendo al tema del post, el protagonista del manga es Sampei Hinomoto, un niño bastante peculiar cuyo mayor pasatiempos es cuidar de animales y bichos en su escondite secreto. Es bastante tímido y sufre de bullying tanto en la escuela como en la casa. Sus padres lo hacen menos por no ser tan inteligente como sus hermanos y en la escuela lo consideran un raro, sucio e incluso pervertido. Su situación es realmente insoportable y en medio de tal infierno, lo único que lo hace feliz es cuidar de sus animales. Sin embargo, es precisamente uno el que cambiaría su vida. Un día al llegar a su hogar Sampei vomita una especie de gusano rojo. Tras sufrir la picadura del bicho, Sampei atraviesa por una dolorosa y asquerosa metamorfosis.
Sampei se transforma en un gusano gigante de la forma más horrorosa posible. Hideshi es un experto en el uso de la pus y el desmembramiento. La historia es bastante simple pero se ubica en dos planos. Por un lado, la anécdota grotesca de un niño y su metamorfosis monstruosa sacada completamente de una pesadilla; por otro lado, se nos cuenta en el fondo sobre la soledad, la discriminación y lo cruel que es la sociedad con los individuos que habitan la periferia de lo "normal". Se ponen en el foco problemas familiares y escolares con los que más de uno se identificaría. Conforme avanza el manga, se va derramando más sangre.
Su dibujo es muy distinguible, sus personajes son de rasgos exagerados, casi aniñados. Lo cual resulta chocante con la violencia a la que son sometidos. Obviamente, como la mayoría de los mangas, está a blanco y negro, sin embargo, logra transmitir la asquerosidad de la carne podrida, por ejemplo. Su lectura es de derecha a izquierda incluso en la edición española y es muy corta. Y sí, sé lo que algunos están pensando: "esto es tan Suehiro Maruo", pues sí. A menudo ambos son etiquetados como representantes del manga de terror junto a Shigeru Mizuki, por mencionar otro gran nombre. Así que el autor pertenece a una tradición muy peculiar del cómic japonés.
Si tienen un estómago acostumbrado al gore o al menos al terror, El niño gusano les parecerá una lectura ligera y hasta amena, que además pone sobre la mesa temas delicados en la sociedad actual. Es una lectura muy rápida que es tan asquerosa como triste porque, vamos, Sampei no ha hecho algo malo para merecer semejante destino. Los dibujos llaman a una extraña mezcla de compasión y ternura. Es además una buena forma de acercarse al gore y eventualmente llegar a las Guinea Pig. Y si llegan a ese punto, por favor no cometan mi error de hace años: no coman mientras las ven.
(La edición en español es de La cúpula (2005) y la traducción fue de Ismael Funes Aguilera)
Sobre Sorel
Eterna estudiante de literatura con aburrimiento crónico
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